Gracias a un nuevo subsidio, la Arquidiócesis de San Francisco pone en marcha programas para matrimonios

Por Francisco Valdez

Si hay algo en lo que los católicos están de acuerdo es que el matrimonio no es fácil. Es algo en lo que las parejas trabajan juntas a lo largo de sus vidas, creciendo y fortaleciendo su vocación con el tiempo.

Al igual que ocurre con las carreras profesionales, una de las formas en que las parejas crecen en su vocación es a través del estudio y la formación, aprendiendo más sobre ella.

La Conferencia de Obispos Católicos de California (CCC) anunció recientemente una nueva iniciativa para el año pastoral 2024-2025, Radiate Love (Amor que Irradia), que es una forma práctica para que las parejas fortalezcan sus matrimonios, “modelada en el amor de Dios por su pueblo expresado en la Eucaristía”, dijo el Arzobispo Salvatore J. Cordileone en un video para el sitio web de la CCC.

El objetivo de Radiate Love es apoyar y capacitar a las parejas casadas y a las familias vinculando el sacramento del Matrimonio con la renovación eucarística. A partir de julio de 2024, las parroquias recibirán mensualmente reflexiones, oraciones y recursos para educar y ofrecer a los católicos de todas las edades sobre el Santo Matrimonio.

La Arquidiócesis de San Francisco recibirá un subsidio de $100,000 dólares en los próximos años para invertir en matrimonios gracias a la iniciativa Radiate Love.

“El matrimonio es la vocación más importante”, afirma Ed Hopfner, director de la Oficina de Matrimonio y Vida Familiar. “El matrimonio ayuda a la pareja y proporciona una base estable para criar a los hijos. Esa es la enseñanza de la Iglesia”.

Entre los muchos recursos que ofrece la Oficina Arquidiocesana de Matrimonio y Vida Familiar, se encuentran talleres y conferencias matrimoniales para la formación continua de las parejas casadas, como el Retiro anual Juntos en Santidad, que se celebra cada mes de octubre, y retiros para parejas recién casadas. Estos se basan en la mejora de habilidades importantes para las relaciones, y utilizan un plan de estudios reconocido a nivel nacional. Incluyen algunas enseñanzas sobre la fe, pero su objetivo principal es desarrollar habilidades para las relaciones. Al igual que existen recursos para aprender más sobre finanzas, planificación familiar, cocina o cualquier otra habilidad importante. Estos talleres se centran específicamente en habilidades (sobre todo de comunicación) que las parejas no conocen o a las que no tienen acceso.

“El objetivo de los talleres no es hablar de lo que uno hace bien o mal, sino aprender algo”, dice Hopfner. “Los retiros en sí mismos son algo valioso. Las parejas están ocupadas, cuidando de sus familias y viviendo sus vidas, así que encontrar un día para parar y tomarse el tiempo de escucharse mutuamente es el verdadero valor de estos eventos. Las cosas valiosas se cuidan, ¿y qué hay más valioso que tu matrimonio?”.

La Arquidiócesis ya ha organizado algunos talleres. Ervin y María Elena Herrera fueron una de las muchas parejas que asistieron al taller y que consideraron que les había reportado muchos beneficios. “El matrimonio es un trabajo a tiempo completo, hay que trabajar en él todos los días”, dijo María Elena. “Tómate el tiempo para sentarte y escuchar a tu cónyuge, así se conocerán de verdad. El beneficio que encontramos es que nos entendemos en profundidad y recargamos las pilas para seguir adelante y dar un buen ejemplo a nuestros hijos”.

Los talleres matrimoniales están abiertos a todas las parejas, ya sean casadas, comprometidas o en relaciones estables. Hay programas para todos los gustos y todos los que han asistido a los talleres hasta ahora han adquirido nuevas habilidades para fortalecer sus relaciones.

Francisco Valdez es reportero de San Francisco Católico.